Ensayo Filosófico de la alumna Fátima Alcocer.
Ensayo sobre “La condición humana”
De Hannah Arendt
En el presente ensayo se pretenderá demostrar la condición humana desde la perspectiva de la gran e importante filósofa: Hannah Arendt.
En primer lugar elegí este tema porque considero que la visión sobre esta temática en particular, quizá ya se analizó anteriormente, pero no tiene el mismo peso que el que puede darnos una mujer filósofa ya que estamos acostumbrados a leer por lo general a autores masculinos; dejando a un lado muchas veces a mujeres que no sólo piensan distinto sino que además nos enriquecen la mente abriéndonos nuevas formas de ver y mayor conocimiento para adoptar una postura propia indagada en considerables fundamentos; ya sea a favor o discrepando con lo postulado.
En segundo lugar me parece muy interesante los temas de los cuáles ella habla, como lo son: la vida activa y su relación con la condición humana, la acción y el discurso, y como este se vincula con la pluralidad; el carácter procesual de la acción; el concepto de soberanía en relación con la libertad; y finalmente el que personalmente me resulta más interesante: el perdón y la promesa.
A raíz de todo esto considero que la mirada y perspectiva de Hannah Arendt es de alguna forma dar un giro y salir de lo tradicional y cotidiano.
Para empezar a hablar de la vida activa hay que comprender las tres actividades que para Hannah eran de carácter fundamental; los cuáles son: labor, trabajo y acción. Según esta filósofa gozan de mencionado carácter porque corresponden a una de las condiciones básicas bajo las que se le ha dado la vida al hombre. Considera a la labor como una actividad que corresponde al proceso biológico del cuerpo humano y la vida misma es la condición humana de dicha actividad.
El trabajo a su vez es la actividad que no corresponde a lo natural de la exigencia del hombre y proporciona un mundo artificial de cosas; es por eso que se aleja de lo natural. La mundanidad es la condición humana del trabajo.
Finalmente la acción es la única actividad que no necesita de la mediación de cosas ya que es indispensable que se establezca entre hombres y por ende su condición humana corresponde a la pluralidad.
Las tres tienen una amplia relación con la natalidad ya que tienen como finalidad preservar la especie y proporcionar los medios, ya sea como en el trabajo de un mundo artificial para prevalecer la existencia humana.
En este punto coincido en muchas cosas con Hannah Arendt y en otras quizá no tanto.
Las razones de la concordancia básicamente son que al igual que ella creo que las tres actividades y sus condiciones correspondientes claramente están asociadas con la natalidad y mortalidad ya que resulta innegable que la vida de una especie y de un individuo este preservada y proporcionada por estas tres actividades. Así también la acción es la actividad dentro de la vida activa que mantiene mayor relación con la condición humana de la natalidad, ya que el nuevo ser va comenzar algo nuevo, es decir, actuar. Sin embargo discrepo un poco en el hecho de que sólo existan esas tres actividades fundamentales en la vida activa o a lo mejor sí, pero es inevitable no creer que existan ciertos factores que también influyen y forman parte de esa vida activa. Por ejemplo para mí, las emociones o los sentimientos, quizá lo mas subjetivo y propio de cada uno influye en mayor o menor grado en las tres actividades ya mencionadas.
A lo mejor particularmente yo lo veo más vinculado con el tema del actuar y la acción; ya que las emociones y los sentimientos o en otras palabras, lo mas profundo de cada persona alteran ese accionar y la pluralidad esta siempre en constantes interacción.
El hombre como ser social tiene que vincularse con otros iguales y ahí ya hay acción, porque hay una interacción entre dos personas y no se necesita de algo material. En esto mismo, las emociones o los sentimientos, el carácter, el temperamento, la forma de ser influye en este accionar y yo creo que también es un poco lo que hace que no todos tengamos el mismo vinculo o el mismo tipo de acción.
Si bien de “acción” se trata mucho y resulta interesante por ser la pluralidad su condición humana también esta el discurso; del cual Hannah Arendt si habla y comparto su postura
En esto hay que ser atentos ya que no resulta ser algo univoco, sino que mantiene un doble carácter de igualdad y distinción.
El hombre necesita de otro semejante por el simple hecho de ser por naturaleza un ser social; pero no todos son iguales completamente ni distintos en su totalidad, se podría decir que hay un poco de ambas.
Los hombres tienen y comparten un carácter de igualdad con el otro. Como por ejemplo la capacidad de entenderse con su semejante y establecer vínculos con el otro.
Planear y prever cosas para el futuro esperando recibir del otro lado un entendimiento siempre y cuando el discurso sea viable a la facultad del hombre de ser racional y pensante y por ende entenderlo. Pero también los hombres son diferentes entre sí; si bien esto se ve y aprecia mas desde un sentido físico y estético también juega lo interno. Por ejemplo que necesitan la acción y el discurso para entenderse, si no los signos y sonidos bastarían para comunicar las necesidades idénticas.
Acción y discurso están estrechamente relacionados ya que la acción necesita del acompañamiento del discurso para no perder cierto carácter revelador y el sujeto que efectúa la acción. Mediante ellos los hombres se pueden dar a conocer de una forma personal y única, a diferencia de la identidad física que se reduce al sonido de voz o la forma del cuerpo.
En mi opinión creo que Hannah Arendt fue muy certera en cuanto a esto que dijo ya que una persona solo se da a conocer verdaderamente en la acción y el discurso.
Así como también lo dijo en su momento “Dante” la acción intenta explicar la propia imagen de cada uno. El hombre muestra quien es realmente por medio de sus palabras y sus actos. Y esto se pone en evidencia en el pleno acto de la interacción con otro, es decir cuando el hombre esta con un semejante a él por contigüidad humana se termina de alguna forma revelando a sí mismo; ni a favor ni en contra. Dicha contigüidad humana se pierde por ejemplo en una situación de guerra, dónde el discurso y la acción se convierten en un medio para lograr un objetivo en contra de un claro enemigo. En este caso por ejemplo no hay revelación del sujeto, del hombre en el acto o discurso.
Por todo ello es que a mi parecer es verdad que la acción sin un quien unido a ella carece totalmente de sentido y significado. Y es por eso que su condición humana es la pluralidad, no el individualismo.
Casi finalmente cuando Hannah trata el carácter procesual de la acción, lo que de alguna forma esta tratando de decir es que la acción no tiene fin.
El proceso de un acto puede durar y perdurar por el correr de lo años y aún no haber finalizado. Esto se debe a que la acción tiene un carácter irreversible y no pronosticable.
Los hombres tienen consciencia que quien actúa no sabe o desconoce lo que hace por completo, ya que jamás pudo pronosticar las consecuencias, ni deshacerlas. Es decir que cuando el proceso de un acto se inicia nunca termina en ese mismo acto o acontecimiento y su significado no se revela al sujeto actuó de manera total, sino a la posterior mirada de un historiador que no actúa, de un tercero que no interviene.
Por todo esto Hannah Arendt considera que el hombre no tiene una libertad absoluta ya que él no puede predecir las consecuencias exactas que proseguirán a su accionar. Es decir que una persona en el momento de hacer algo puede imaginar lo que podría suceder como consecuencia de esa acción pero no lo sabe con absoluta certeza y por ende la libertad no es absoluta.
Sin embargo sostiene que es incorrecto identificar a la soberanía con la libertad, porque si fuese cierto ningún hombre seria libre ya que este concepto es individualista y se contradice con la pluralidad.
Por lo tanto es falso negar la libertad humana a actuar debido a que el sujeto nunca es dueño de sus actos de manera total y absoluta, como también mantener que es posible la soberanía humana por el incontestable hecho de la libertad humana
En mi opinión esto mismo que propone Hannah Arendt es muy interesante y creo que mucho de lo sostiene es cierto, ya que no se puede identificar libertad con soberanía ya que la segunda propone un ideal de autosuficiencia e individualismo completo opuesto a la pluralidad. Y entonces ningún hombre seria “libre”.
Finalmente a mi personalmente me resulta bastante interesante el tema de la irreversibilidad y el poder de perdonar; y la imposibilidad de predecir y el poder de la promesa.
Con Hannah Arendt podemos dar un giro en ciertas cosas y mirar más allá.
Puntualmente cuando habla del perdón como una facultad, lo describe como una posible redención de cierto acto o hecho irreversible y que no se puede deshacer. De esta forma el perdonar estaría sirviendo para deshacer los actos del pasado.
Pero la facultad de perdonar es un acto puramente libre, nadie puede obligarnos a perdonar. Puedo perdonar como no. Sin embargo, creo que no hay otro medio para recobrar la interrelación humana, aunque éste no implique el olvido. Pero sólo el perdón puede liberarnos del pasado, para obtener, después, una nueva visión de éste y darme la posibilidad de mirar libremente el pasado, pero sin anularlo. De ese modo, el pasado ya no nos oprime sino nos libera.
El descubridor del papel del perdón, por así decirlo, fue Jesús Nazaret. Y aunque esto sucedió en un contexto religioso, no es razón para desvalorizar o desmerecer la importancia y seriedad con la que se la debe tomar. Gracias a esto los hombres continúan siendo personas libres que por el hecho de cambiar de opinión y comenzar otra vez, se inicia de alguna forma algo nuevo.
Además Arendt postula que la venganza es como la contra cara del perdón, ya que el individuo permanece sujeto al proceso en lugar de ser redimido y poder poner fin a la falta y empezar de nuevo.
Por otro lado también habla sobre “la promesa”. Por medio de esta facultad podemos remediar la imposibilidad de predecir, siempre y cuando las promesas se cumplan y sostengan.
Las promesas sirven para establecer seguridad en un futuro incierto. Sin la que ni si quiera la duración o la continuidad de cualquier clase de relación entre dos seres sería posible. Pero también, el no cumplirlas nos hace perder o no mantener nuestra identidad por las contradicciones o equivocaciones.
Ambas facultades dependen de la pluralidad, es decir, de la actuación y presencia de los otros. Ya que tanto el perdón como la promesa cuando se realizan en soledad o aislamiento carece de todo sentido y realidad.
Personalmente creo que ambas facultades permiten que haya un cambio importante para el ser, ya que por medio del perdón deshaceriamos los actos del pasado y gracias a la promesa predeciríamos de alguna forma, el futuro. Y así existiría la posibilidad de empezar de nuevo.
Aunque lo hecho ya este hecho; la posibilidad de ser redimidos modifica el ser ayudándolo a salir de un estado de condena porque todos nos podemos equivocar y gracias a esta facultad podemos ver mas allá y redimir errores, permitiéndonos así avanzar en nuestras vidas y no cerrarnos al rencor o la venganza.
También la promesa nos da la posibilidad de establecer seguridad sobre un futuro desconocido por nosotros; pero que sin embargo se puede llegar a conocer siempre y cuando se mantengan las promesas.
Las promesas nos garantizan la seguridad en el futuro y la continuidad de mi identidad en el ámbito de las relaciones humanas. Además soy yo y no otro el que promete; por lo tanto, si quiero mantener mi identidad, mi "yo" auténtico, debo cumplir lo prometido, ya que libremente hice la promesa. En ese sentido, la capacidad de cumplir la promesa le da coherencia a mi "Yo" y mantiene mi identidad como persona.
Me comprometo en el presente para tener una línea de acción en el futuro. En la promesa el futuro está presente en nosotros como algo presente, es decir como futuro al que podemos anticiparnos, puesto que planificamos. La promesa nos permite pensar en el futuro como algo que tiene una determinación en los acontecimientos históricos, aunque éstos sean impredecibles; pero que abre el camino de la continuidad de las acciones humanas
Por ello concluyo que si bien es cierto que el futuro es impredecible, y que por lo tanto, no podemos tener certeza de aquello que sucederá; la facultad de prometer nos exige continuidad de nuestra acción en el sentido estricto, de modo que la acción permanezca fiel en la promesa; puesto que es una acción voluntaria que implica un discernimiento y una elección. Nadie me exige prometer. Libremente prometo. El ejemplo más claro que encuentro de la promesa como continuidad de la acción puede ser el matrimonio. En ese sentido, los novios, antes de empezar con el rito, confiesan el uno al otro la decisión de su acción sin ser coaccionados, libre y voluntariamente. Después de eso, en el momento del consentimiento, o en el momento de la decisión final; ambos, en presencia del público si es que lo hay, se prometen amarse y respetarse durante toda la vida, en la salud y en la enfermedad, en lo favorable y en lo adverso. Pues el poder de la promesa exige fidelidad de la acción y la continuidad de ésta. De ese modo se remedia la caótica y continua preocupación sobre el futuro.
En consecuencia, el perdón y la promesa son acciones plenamente humanas que están vinculadas siempre a la existencia de un "Yo" y un "Tú". Ya que no hay perdón sin perdonado, ni promesa sin destinatario. En ese sentido el perdón se muestra como la capacidad de "redimir" al hombre sobre algo del pasado; y la promesa, por su parte, actúa como "remedio" de un futuro incierto y desesperanzador, puesto que es impredecible. Ambas facultades cobran identidad mediante la acción mutua en el ámbito de las relaciones humanas y es por ello que es absolutamente necesaria el sentido de la pluralidad y no el individualismo.
El hombre necesita interactuar con otro y constantemente en nuestras vidas estamos haciéndolo. Nadie es perfecto y como todo el mundo nos equivocamos. Las acciones si bien en sí no se pueden deshacer literalmente; gracias a la facultad del perdón, se puede avanzar sobre eso y superarlo; así como también aunque el futuro resulte impredecible, gracias a la promesa, se necesita un continuo accionar voluntario por parte de quien ejecuta la promesa permaneciendo así fiel a la misma.
Y siempre se encuentra en juego el papel de la libertad que constantemente nos cuestionamos. Ahora bien yo creo que como dice Hannah; ni en el perdón ni en la promesa somos coaccionados por otros u obligados a hacerlas ya que es un acto voluntario y de libre decisión.
El hombre en su condición humana cuenta con ciertas facultades o características que hacen posible hacer una promesa como lo es el compromiso por ejemplo.
Y claro es necesario siempre que exista la relación entre un “Yo” y un “Tu” ya que de no ser así ni la promesa ni el perdón tendrían sentido alguno.
domingo, 24 de octubre de 2010
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